- Servidores de la Luz y del Amor Supremo, unidos Todos en la Oración constante, profunda, sincera y silenciosa de nuestros corazones.
- Es momento de despertar, de vivir con alegría el contacto con El Cristo
- Nuestra Madre: Santa María de la Concepción nos acoje, nos llama y nos proteje.
- ¿Estamos dispuestos verdaderamente a asumir nuestra transformación?
- ¿Qué lugar ocupa en nuestras vidas el Dolor, la Culpa, y la Ira?